lunes, 17 de marzo de 2014

WhatsApp: un fallo de seguridad de Android permite acceder a las conversaciones

WhatsApp: un fallo de seguridad de Android permite acceder a las conversaciones

Un experto en seguridad asegura que el historial de mensajes de la popular aplicación de mensajería instantánea puede robarse fácilmente de la tarjeta microSD





















Un supuesto fallo de seguridad en el sistema operativo Android, el de mayor penetración del mundo, permite acceder al historial de conversaciones de WhatsApp, la popular aplicación de mensajería instantánea.
Según desvela el blog especializado PhoneArena y el experto en seguridad Bas Bosschert, la razón de este supuesto agujero en seguridad viene porque la «app», al igual que otros servicios similares, permite guardar las conversaciones en la tarjeta microSD del terminal. En ese sentido, los «hackers» podrían acceder a esas conversaciones fácilmente.
Este fallo de seguridad continúa a pesar de que WhatsApp lanzó una actualización este martes, la versión 2.11.186, que permite, entre otras mejoras, ocultar la última conexión. En esta nueva versión se ha intendado mejorar la seguridad permitiendo también ocultar la foto de perfil, además de dar la posibilidad de pagar la suscripción a un amigo.



¿Cómo utilizar de forma segura WhatsApp?

¿Cómo utilizar de forma segura WhatsApp?

La Policía Nacional ha publicado una guía de ocho recomendaciones en el mismo día en el que ha alcanzado los 800.000 seguidores en Twitter


La Policía Nacional ha hecho público este sábado una guía de ocho recomendaciones para la buena utilización de la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp, como no mostrar la última conexión o bloquear los contactos insistentes, justo el día en que este cuerpo ha alcanzado 800.000 seguidores en la red social Twitter.
Para evitar ser bombardeado con mensajes comerciales o de cualquier otra índole, los especialistas en redes sociales del cuerpo aconsejan no facilitar el número de teléfono a todo el mundo, y en caso de que se llegase a una situación de acoso, bloquear al contacto y, si hubiera delito, denunciarlo.
De la misma manera, advierten de que hay que respetar siempre la intimidad de los demás y no compartir contenidos inadecuados o que puedan ser ofensivos hacia terceras personas.
Especial cuidado se merecen las imágenes y los vídeos, por lo que no hay que compartir nunca contenidos que puedan atentar contra la privacidad o la seguridad de uno mismo, así como no abrir enlaces a páginas externas acortados, sobre todo si no se conoce al remitente.
Otra indicación es asegurarse bien del destinatario de los mensajes, ya que «hay confusiones que pueden ser letales para tu vida personal o profesional», y evitar coger el móvil si se va ebrio para no mandar mensajes de los que se pueda uno arrepentir más tarde.
Todas estas advertencias han sido publicadas en la cuenta oficial del Cuerpo Nacional de Policía en Twitter (@policia), que ha alcanzado hoy los 800.000 seguidores y se trata ya del perfil con más uso operativo policial.
La cuenta se puso en marcha en marzo de 2009 y desde entonces difunde consejos de seguridad, lanza alertas tecnológicas, resuelve dudas y, en ocasiones, solicita la colaboración ciudadana.

La computación y las matemáticas cambian el arte de la fotografía

La computación y las matemáticas cambian el arte de la fotografía

La empresa estadounidense Rambus se encuentra desarrollando un nuevo sistema para capturar imágenes sin usar lentes

Aunque en la industria de los móviles, parece que la tendencia es hacerlos más grandes, lo cierto es que los componentes internos son cada vez más pequeños. Se quiere incorporar cada vez más funciones a lo móviles y otros artefactos sin que sufra su tamaño o peso. Las cámaras son más pequeñas y en ella deben condensarse todos los lentes y sensores necesarios para obtener una imagen. Si bien este componente, por lo general en los móviles tiene un tamaño inferior al de una moneda de 10 céntimos de euro, desde Rambus la quieren hacer más pequeña.
Rambus es una empresa estadounidense creada en 1990 que lidera investigaciones y gestiona patentes. Estuvieron presentes en el Mobile World Congress de Barcelona y allí explicaron uno de los proyectos en los que se encuentran inmersos. Patrick R. Gill, investigador científico senior de Rambus Labs, explicó a ABC que están desarrollando una nueva forma para capturar las imágenes. Con esta nueva tecnología, creada por Gill, se eliminan los lentes ópticos y se añaden algoritmos para obtener una fotografía.
Actualmente, las técnicas de fotografía requieren de una lente, cuya información es recogida por un sensor. Este dato es procesado y luego se almacena. Rambus quiere saltarse el paso del lente y simplificar el de los sensores y el procesamiento. Todavía es un prototipo pero ya están realizando pruebas con la que denominan «la cámara más pequeña del mundo». «Estas es una tecnología muy nueva. Requiere mucha computación para hacerlo, y no era posible inventarlo antes porque no existían las herramientas», apuntaba Gill.
Lo han llamado Lensless Smart Sensor Module (Módulo de Sensor Inteligente Sin Lentes) y se una sola placa diminuta que engloba en ella todas las partes de componen una cámara de móvil, por ejemplo.
La computación y las matemáticas cambian el arte de la fotografía
Funciona a través de «difracción sin lentes». La difracción es un fenómeno físico en el que las ondas se desvían cuando se encuentran con un obstáculo. El Lensless Smart Sensor Module está compuesto por tres partes: la «rejilla de fase difractiva», un «espiral óptico» y un sensor de baja potencia.
Según explican desde Ramsus, que la «rejilla» es muy delgada, sin lentes y fiable. El espiral óptico es el encargado de recopilar los «datos» de la imagen a través de un patrón establecido cuya tamaño es minúsculo. Su trabajo es descifrar la profundidad de campo y el enfoque a través de una «recomposición» de la imagen. El sensor extrae datos específicos de la imagen.
Se debe entender que a través de este proceso, la «cámara» capta el objeto «fotografiado» en una «espiral de fase», luego es interpretada por el sensor, y el resultado final es una imagen «computada o computarizada». Es decir, esa imagen ha sido reconstruida a través de algoritmos y procesos de computación. En este caso, el algoritmo ha sido creado por el investigador Gill.
Reconocen que es una tecnología en fase de prueba y que las imágenes que se consiguen con ella son de baja resolución. A pesar de esto, consideran que este método de obtención de imagen puede ser de gran provecho para otros campos en los que la resolución no es de suprema importancia. Por ejemplo, en la automatización de funciones del hogar, como cámaras de seguridad, sensores de movimiento para coches o monitorización del conductor. También para instrumentos médicos y procesos quirúrgicos.
La computación y las matemáticas cambian el arte de la fotografía